A propósito del Día Internacional de la Mujer, el cual se conmemora este viernes 8 de marzo, es probable que hayas leído o escuchado el término “brecha salarial”.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico define la brecha salarial de género como la diferencia entre los ingresos promedio de hombres y mujeres en relación con los ingresos promedio de los hombres.

Aunque esta brecha de género se está cerrando lentamente en la mayoría de los países gracias a los esfuerzos de organismos internacionales, aún es demasiado amplia.

La Organización de las Naciones Unidas afirma que alrededor del mundo, las mujeres solo ganan, en promedio, 77 centavos por cada dólar que gana un

hombre, lo cual provoca una desigualdad de ingresos entre mujeres y hombres de por vida y hace que más mujeres sean abocadas a la pobreza.

 Esto quiere decir que a nivel global, las mujeres ganan 23% menos que los hombres por realizar el mismo empleo.

De acuerdo con los datos más recientes de la OCDE (al 2017), en México la brecha salarial es de 11.1%.

Para poner esta cifra en contexto, Japón tiene una brecha de 24.5%, mientras que Costa Rica solo 3%.

Gracias a la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo sabemos que, en nuestro país, casi la mitad de los trabajadores (sin importar su género) ganan menos de 2 salarios mínimos, lo cual nos habla de que el trabajo se concentra en los puestos con menor remuneración económica.

Sin embargo, hay que resaltar que las mujeres mexicanas siguen recibiendo sueldos menores que los hombres. Por cada 100 trabajadores en el rango de ingresos más bajo (1 salario mínimo), hay 4 mujeres más que hombres.

En el caso contrario, por cada mujer que logre acceder a los empleos mejor pagados (es decir, que su remuneración económica sea mayor a 5 salarios mínimos) habrá 3 hombres que perciban su mismo sueldo.

No es ninguna sorpresa que los hombres dominen los puestos y los sectores que son mejor remunerados (como minería), mientras que las mujeres se ocupen en los trabajos con menos pagados tanto por función como por sector (hospitalidad, turismo, moda). 

Lo anterior nos habla de la situación de las mujeres en el mercado laboral y los desafíos en materia de equidad a los que se enfrentan hoy en día, los cuales se ven reflejados en la baja participación de las mismas en los consejos de administración de las empresas, altos puestos directivos y la falta de liderazgo corporativo en general.

Para que las mujeres puedan “hacer carrera” y subir en la escalera jerárquica, consiguiendo así ingresos más altos, se necesita construir una sociedad más inclusiva, con políticas públicas y una gobernanza orientada hacia la igualdad de género. Esto solo se logrará trabajando de la mano con el sector público y privado.

Las empresas deben jugar un papel clave en la solución de este problema al incrementar la disponibilidad para trabajar, así como la flexibilidad en sus esquemas de trabajo, además de brindar el apoyo adecuado a sus empleadas en todas las etapas de sus carreras profesionales.

La ONU estima que, al ritmo que vamos, tardaremos 70 años en cerrar la brecha salarial. Si ésta se cerrara podría aumentar, tan solo en nuestro país, en $34 mil millones de dólares los ingresos de las mujeres.

¡Ponte en acción!