¿Cómo gestionar el feedback negativo?
Recibir feedback negativo nunca es fácil, sobre todo si es algo que no veías venir.
Por lo general, el cierre de fin de año conlleva una revisión de desempeño que, si no sale como tú creías que saldría, puede generarte ansiedad, originar inseguridad y hasta reducir tu autoconfianza.
¿Qué hacer ante un feedback negativo?
Ver el vaso medio lleno
Con la complejidad del mundo laboral, los cambios demográficos, los cambios tecnológicos, la intensidad del enfoque a resultados, las diferentes formas de ver la vida de las personas con quien trabajamos, es normal que te encuentres en una situación de un feedback no positivo, lo que no es normal es que te tome por sorpresa.
Así que el primer aprendizaje es: hay incrementar la frecuencia con la que pides feedback a tus jefes. Aunque no te guste pedir feedback, tienes que hacerlo. Esto no es negociable.
En nuestra experiencia, el miedo a la crítica es uno de los rasgos que más daña la carrera de las personas. Con la madurez vamos aprendiendo que es normal ser criticado pero en los tiempos que vivimos hay que aprenderlo rápido, es imposible salir airoso siempre y en todo momento.
Para contrarrestar esto, define claramente unos objetivos con indicadores, revísalos con tu jefe todos los meses y acepta que en la vida todos tienen derecho a opinar y a tener unas expectativas diferentes a las tuyas.
No eres tú, soy yo
Escucha atentamente todo lo que dice tu jefe, reflexiona y ya que ha pasado un poco de tiempo, retoma los temas y haz una autoevaluación: ¿tus prioridades son las de tu jefe? ¿tus prioridades son las de la empresa?
Si encuentras que tus prioridades son diferentes a las de tu jefe o la empresa, entonces hay un tema serio que trabajar.
Haz un siguiente nivel de reflexión. Encuentra la causa o la razón en tu mente de por qué tus prioridades no son las de tu jefe.
A veces nuestro sistema de creencias no está actualizado y necesitamos este feedback para saber qué queremos.
Si es que debes cambiar comportamientos, hazlo, si no puedes cambiar debes evaluar seriamente tu continuidad en este puesto o empresa, ya que será difícil elevar tu desempeño hasta donde tú quieres si no estás alineado con las prioridades de tus jefes o de la empresa.
Escoge tus batallas
Ya que has identificado las razones de tu falta de alineación con la empresa, es hora de dar el siguiente paso: si crees que la empresa debe manejar las cosas de forma diferente, hay que presentar las razones y convencerlos de tus propuestas diferentes, pero quedarte callado haciendo lo mismo solo originará más feedback negativo.
Si crees que la empresa tiene prácticas muy arraigadas y no va a cambiar, pues entonces reconoce a tu jefe como tu maestro de la paciencia y escucha el feedback, muéstrate positivo y haz pequeños cambios.
Comienza a hacer cosas diferentes y coméntalas para que no pasen desapercibidas. Habrás aprendido la regla de oro para crecer en la escalera corporativa: escoger tus batallas.
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Encuentra una causa
Si ya está pasando el tiempo y ves poco probable tu alineación con la empresa o con tu jefe, pero debes seguir en la empresa, entonces prueba tomar una actitud de aprendizaje y desarrollo.
Deja de preocuparte por no ser la “estrellita marinera” del área y encuentra una causa en la que trabajar. Enfoca tus objetivos en hacer bien las cosas, en cómo tu trabajo impacta la vida de otros, de tu equipo, de los clientes, de socios o relacionado. Habrás encontrado una causa en que ocupar tu existencia y dejarás una huella.
Cuando le bajas a tu importancia personal y te enfocas en cómo tu trabajo ayuda a los otros, ocurren milagros. Intenta probarlo, no perderás nada y ganarás mucho.
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