La absoluta participación de las mujeres en todas las áreas del desarrollo de un país —política, monetaria, cultural, de negocios, social, educativa y de salud — es imprescindible para la creación de economías más fuertes, además de mejorar la calidad de vida de todos los actores involucrados.

El documento Principios para el empoderamiento de las mujeres en las empresas de la ONU Mujeres destaca que el sector privado “es un socio clave en los esfuerzos de promoción de la igualdad de género y del empoderamiento de las mujeres”, puesto que la igualdad “es un factor de liderazgo empresarial y competitividad a nivel global y en México”.

¿Cuáles son las acciones que deben de tomar las propias mujeres para fortalecerse y robustecer su autoridad dentro de su compañía?

1.- Fuera prejuicios

Hay que olvidar las cargas históricas y los roles sociales que se le han atribuido a las mujeres por siglos. Ellas no son las únicas encargadas de la crianza, el cuidado de los padres y/o familiares y del hogar.

Los sesgos inconscientes de la cultura empresarial constituyen un gran obstáculo para la igualdad. Un informe del 2014 de KPMG, titulado Rompiendo el Código: un enfoque inteligente de género para desarrollar líderes corporativos, demostró que hay que romper los mitos que rodean a las mujeres en el entorno laborales, tales como:

• Las mujeres no aspiran a roles de liderazgo senior. Esto es falso. Las mujeres se vuelven más ambiciosas con respecto al liderazgo superior a medida que avanzan en su carrera
• La crianza de los hijos impide que las mujeres lleguen a la cima. Lo anterior es en cierto modo falso, ya que la crianza de los hijos ralentiza las carreras de las mujeres solo marginalmente, ya que las brechas de promoción más importantes surgen antes
• Las mujeres no se quedan en las empresas hasta llegar a la cima. Esto es falso. En los niveles superiores, incluso aunque una mujer no gane el ascenso esperado, se queda en la empresa tras este rechazo

2.- Fomentar la confianza y autoestima

Muchas mujeres creen no estar a la altura de un puesto con mayor responsabilidad y existen muchos factores sociales históricos que han originado esta situación. Por lo tanto hay que superarlo y trabajar en el dominio de sus competencias y habilidades, cambiar su propia percepción, así como romper la rutina y la inercia.

Se recomienda aprender modelos formales de trabajo como, por ejemplo, metodologías de influencia y negociación probadas donde se enseña a usar los hechos, procesos y otras técnicas. Esto permite superar las construcciones sociales de la infancia y de la cultura para lograr el objetivo de elevar la confianza y pulir habilidades para resolver conflictos, persuadir y comunicar asertivamente.

Esto desencadenará un cambio en cómo las demás personas te perciben. Tus colegas te verán como una líder con estabilidad, control, fortaleza y sociabilidad, aptitudes sumamente valiosas dentro de las empresas. No tendrás miedo de usar tu voz.

3.- Crear una estrategia 360°

Debes sentar las bases de un fructífero proyecto a largo plazo. Piensa en tus horizontes, las metas que quieres conquistar y qué pasos debes dar para alcanzar tus sueños. Y sobre todo evalúa si la empresa en la que estas, las mujeres tienen oportunidades de crecer.

La constancia, la disciplina y la autocrítica son vitales para continuar renovándote y sacar la mejor versión de ti.

Una vez en la cima, no te olvides de tender la mano a las demás. Cualquiera que sea tu cancha, recuerda que puedes ayudar a que la lucha siga siendo visible.

Con todo esto en mente, las empresas también tienen un rol determinante para detonar factores y prácticas enfocadas en potenciar el protagonismo de las mujeres en el ámbito empresarial:

1. Establecer una intención estratégica usando metas de diversidad de género. Con esto se asegura el aumento de la representación de las mujeres no solo a nivel general de una empresa, sino también en los cargos en donde más hace falta la representación femenina, en las gerencias, direcciones y en los consejos. Así se mostrarán como una empresa que es un reflejo de la sociedad a la que sirven.
2. Asumir la representación paritaria, es decir, mitad de hombres y mitad de mujeres en las juntas directivas
3. Realizar actividades para desarrollar la educación de las mujeres en áreas tradicionalmente dominadas por los hombres, como ciencia, tecnología e innovación
4. Actualizar sus prácticas para prevenir y eliminar cualquier tipo de discriminación y violencia en el entorno laboral
5. Fijar salarios justos, es decir, igual remuneración por trabajo de igual valor

Mujeres, hombres, empresas y sociedad en general deben asumir un papel activo hacia la igualdad de oportunidades en la empresa para así poder contribuir al progreso y continuar integrando el talento femenino como un agente económicos de peso en este 2019.

¡Ponte en acción!