Los negocios y la forma en la que trabajamos han cambiado drásticamente desde la llegada del coronavirus a nuestro país.

Las empresas se han enfrentado a diferentes retos relacionados con los cambios en la gestión de la fuerza laboral, como la adaptación de los trabajadores al home office o trabajo remoto, la dificultad de los empleadores para mantener la moral y la motivación durante este tiempo, así como mantener la cultura de la empresa.

Todos estos cambios en la gestión de la fuerza laboral deben tomarse como una oportunidad para remodelar y reinventar el lugar de trabajo ante una nueva normalidad después de la pandemia de COVID-19.

Los principales cambios en la gestión de la fuerza laboral 

Tener una mentalidad de aprendizaje

Preparar a los empleados a lidiar con un entorno incierto y abrupto los llevará a desarrollar una mentalidad de aprendizaje, muy útil para poder manejar los cambios en la gestión de la fuerza laboral.

El WEF asegura que “la rápida adopción de tecnología nueva y avanzada es el catalizador central y probablemente genere una aceleración en la creación de nuevos roles”.

Cambio en el liderazgo y en las competencias gerenciales

Uno de los mayores cambios en la gestión de la fuerza laboral ha sido en cuanto los roles que desempeñan los empleados.

Ya lo mencionábamos en otro post, ser resistente, adaptable, flexible y reflexivo son las cuatro habilidades que las empresas valoran más, independientemente de la función que cada empleado desempeñe.

La pandemia también ha provocado un “un desequilibrio en la asignación de recursos” y de cargas de trabajo, tal como lo afirma el WEF.

Una de las tendencias que se pronostican en cuanto a los cambios en la gestión de la fuerza laboral es que los puestos de gerencia media (middle management) se eliminen, tal como sucedió durante la crisis financiera mundial de 2008.

Cuando esto pasa, hay oportunidades para los empleados con potencial y aspiraciones de crecer, y por otro lado hay talento disponible. El crecimiento salarial de los empleados se hace lento, las empresas reducen al mínimo sus incrementos de mérito pero las que pueden mantienen sus incrementos por promociones. 

Mayor dinamismo, transparencia y apertura

Estamos entrando a una nueva normalidad en donde las juntas son virtuales, todos aquellos que pueden trabajan de forma remota o en modalidad home office lo hacen y los horarios de trabajo se han desdibujado.

Los cambios en la gestión de la fuerza laboral que ha provocado la pandemia de coronavirus se ven traducidos en jornadas de trabajo en donde ya no existe el nine to five, la comunicación es más directa y constante (tanto con jefes como con colegas), además de que la confianza se ha extendido a todos los empleados para que puedan trabajar de la manera que mejor les resulte, es decir, anteponiendo la productividad y los resultados.

El WEF resume los cambios en la gestión de la fuerza laboral como que “hemos sido catapultados hacia adelante, acelerando tendencias como la automatización, la digitalización y la innovación”.

Sin duda alguna, tanto los empleados como las empresas se encuentran ante una disyuntiva y quienes aprovechen la incertidumbre y la utilicen a su favor, serán aquellos que exploten su talento, habilidades y potencial para salir airosos de esta crisis.

Por otro lado, aquellos que le teman al cambio y se nieguen a adaptarse serán quienes más expuestos estén a pérdidas, despidos y cierres.

¡Ponte en acción!