La meta de las mujeres trabajadoras que comienzan una carrera en cualquier tipo de industria es ir avanzando a paso firme en la escalera jerárquica. 

Sí existe representatividad femenina en los puestos gerenciales

Y muchas lo consiguen. El ansiado ascenso se convierte en una oferta para ocupar una plaza como gerente en donde las responsabilidades, la compensación económica, así como el potencial de la mujer aumentan de forma considerable.

Lo anterior es un claro ejemplo del avance laboral para las mujeres y de la disminución de la brecha de género en las empresas, sin embargo, no todas son buenas noticias.

Una vez que las mujeres se instalan en sus puestos de gerentes, en realidad son muy pocas las que continúan subiendo peldaños hasta llegar a ocupar puestos en la alta gerencia, puestos directivos e incluso asientos en los consejos de administración.

Un artículo de Forbes afirma que en 2014 solo 12% de los ejecutivos en las organizaciones de América Latina eran mujeres, pero se espera que este porcentaje llegue a 39% para finales de este año y a 50% para 2024. Esto demuestra que sigue habiendo muchos estudio que presentan la situación actual, pero no las causas centrales que atacar para mejorar.

Pero no hay representatividad femenina en los puestos directivos o de toma de decisiones.

¿Cómo lograr que las mujeres suban la escalera y no se estanquen ni se desesperen ante los lentos avances en sus carreras?

Aquellas mujeres que deseen alcanzar los más altos puestos y dejar atrás la gerencia media deben mejorar su visibilidad profesional, ya sea con networking constante, además de entrenamientos y/o capacitaciones regulares.

También es importante que las mujeres con aspiraciones de seguir creciendo en su empresa no dejen de fortalecer sus habilidades interpersonales, liderazgo, motivación, comunicación, toma de decisiones, desarrollo del espíritu de trabajo en equipo, negociación y gestión de conflictos.

Las competencias anteriores son clave para continuar avanzando y posicionarse en la cúpula.

Los expertos en Recursos Humanos aseguran que para que las mujeres rompan paradigmas deben hacer valer su talento y capacidades, posicionarse como líderes y no temer a romper el techo de cristal sobre sus cabezas.

Es una tarea de todos

Sin embargo, esto es una responsabilidad compartida, las compañías deben desempeñar un importante papel para tomar medidas creativas que impulsen a las mujeres hacia la cima, eliminando el sesgo inconsciente de género y promoviendo desde la base el talento femenino.

Además de las empresas, es importante destacar que todos los actores del mundo corporativo, incluyendo a los jefes y colegas masculinos de las mujeres, deben asumir un rol participativo.

El estudio Women in the Workplace 2018 realizado por McKinsey en colaboración con Lean In, el cual analiza a más de 270 compañías, afirma que desde hace más de tres décadas las mujeres están haciendo su parte: se titulan de licenciaturas en mayor número que los hombres, solicitan promociones y negocian salarios al mismo precio que sus contrapartes masculinas.

No obstante, son las empresas las que necesitan dar pasos decisivos, audaces y certeros para cambiar el rumbo y así colocar a la diversidad de género como una prioridad empresarial. ¿Cómo hacerlo?

• Cerrando la brecha de género en los procesos de contratación y a la hora de realizar promociones o ascensos

Las empresas desfavorecen a las trabajadoras desde el principio, pues ellas tienen menos probabilidades que un hombre de ser contratadas. La brecha se abre todavía más en la gerencia, ya que de cada 100 hombres promovidos a gerentes solo 79 mujeres lo logran, de acuerdo con el reporte de McKinsey previamente mencionado.

• Implementando programas de liderazgo intensivo

• Adoptando la flexibilización de horarios

• Involucrando a la gerencia senior en esfuerzos de diversidad e inclusión para así fomentar una cultura de inclusión y respeto

Es tarea de todos y todas redoblar esfuerzos e iniciar acciones que desemboquen en la igualdad, crecimiento e innovación. ¡Ponte en acción!